lunes, 28 de septiembre de 2015

Argentina: la inquietud de un país acosado


Todo estado tiene derecho, por principio, a la defensa de los intereses nacionales” es la frase que con que se titulaba la conversación sostenida con el periodista Pablo E. Chacón dela agencia Telam, el pasado 4/9/2015; conversación celebrada con ocasión de la publicación  por la editorial Capital Intelectual de Buenos Airesde de mi último libro, que contiene un extenso capítulo sobre la dura experiencia argentina frente a esta especulación financiera sofisticada con la deuda pública.


T : ¿Qué son (o cómo operan) exactamente los fondos buitre, y a qué condiciones de producción la sociedad civil debe la emergencia de semejante dispositivo?

JHV : La expresión mediática fondos buitre hace referencia a la estrategia de aves rapaces que practican determinados fondos de inversión especulativa o de alto riesgo (hedge funds y private equity firms). Son un elemento más de la globalización de los mercados financieros. Actualmente las deudas de los países y las deudas de las empresas constituyen mercados financieros mundiales, legales pero desregulados, abiertos a su comercialización como activos financieros. Estos fondos aparecen especializados en los negocios con las deudas en dificultades de cobro o en apuros; de ahí que en la terminología anglófona se les califique como distressed debt funds o fondos de inversión en deuda deprimida.

T : ¿Cuál es la relación de los fondos buitre con los llamados paraísos fiscales?

HV : Como he escrito y analizado desde hace más de una década, los conocidos como paraísos fiscales son ante todo plataformas para los negocios financieros globales, con su oferta de registro de sociedades instrumentales sometidas a la laxa legislación local y sin actividad económica alguna en ese ámbito (offshore). Esas entidades ficticias se destinan a operaciones internacionales con opacidad (dificultad o imposibilidad de identificación del titular real de la transacción) y con bajo coste (tributación nula o muy reducida). De ahí que la gran mayoría de los fondos buitre sean sociedades mercantiles domiciliadas en territorios o micro países catalogados como paraísos fiscales, desde las Caimán a las Islas Vírgenes Británicas o las Bahamas.

 T : ¿Y cuál la relación con los flujos de capital catapultados por la globalización financiera?

 HV : Cuando se habla de inversiones en el plano internacional, generalmente se olvida la distinción clásica entre inversiones directas, que aportan un proyecto económico real, industrial, de servicios o tecnología; y las inversiones de cartera o financieras, que se traducen en meros apuntes electrónicos (hoy) que buscan el mero lucro dinerario sin crear riqueza ni empleo en las economías nacionales receptoras. Y una gran parte de los flujos internacionales de dinero son capitales golondrina, de corto plazo o de ida y vuelta. En el caso de los fondos buitre, especializados en la deuda en apuros como he apuntado al comienzo y que proceden de países con gran potencial financiero, invierten en países endeudados con riesgo de default como Grecia en 2010 o en 2015; y en activos físicos o financieros temporalmente devaluados para forzar el logro de rentabilidades en breve liquidando empresas, violando reglas, etcétera.

T : ¿Puede un país, cualquiera sea, ignorar a los fondos buitre contra las normativas de otro país que dice tener la autoridad legal para ejecutar su acción?

 HV : Todo Estado tiene derecho por principio a la defensa de los intereses nacionales frente a los de los bancos y los fondos de inversiones extranjeros. Hace tiempo que se acabó la etapa histórica de la presión de las cañoneras en favor de prestamistas o inversores extranjeros. Pero la creciente dependencia de los gobiernos de la banca extranjera y de la financiación exterior, ha conducido a un declive histórico de la inmunidad soberana por la vía de los pleitos internacionales. Y en las relaciones económicas internacionales los Estados han quedado equiparados a entidades comerciales, habiendo sido desposeídos de los privilegios de la inmunidad soberana. A esa evolución histórica, que sintetizo en mi libro mediante el análisis de ciertos casos, hemos de añadir que el sistema actual impone de facto la preeminencia del poder financiero sobre los gobiernos democráticos. De ahí las penalizaciones a las que se exponen los gobiernos cuando intentan librarse de las reglas no escritas del sistema.

 T : ¿Cuál es su opinión sobre la posición que tomó la Argentina respecto de los fondos buitre?: 

HV : Argentina afronta el acoso de los fondos buitre desde hace más de trece años, como documento en el capítulo 3 de mi libro. Y de la lectura de esas páginas es fácil deducir mi valoración como un ejemplo de las nefastas e injustas consecuencias de las políticas neoliberales de privatizaciones y desregulación que han conducido al dominio del actual sistema financiero internacional sobre los gobiernos democráticos. Si usted me pide mi opinión respecto a la no aplicación de la sentencia del juez federal de Nueva York, Thomas Griesa, claramente sesgada en favor de los fondos buitre, le diré que hasta finalizar 2014 Argentina no tenía otra opción que la resistencia en defensa de sus intereses nacionales. Y que a partir de 2015 le tocaría al gobierno argentino valorar la decisión de buscar una salida razonable, negociada, para superar las dificultades posibles que afronta en los mercados internacionales. Pero en todo caso resulta intolerable la existencia de la ATFA, esa Fuerza de choque estadounidense contra Argentina, la agencia de lobby del grupo de fondos buitre liderados por Paul Singer, de gran peso en el entramado institucional estadounidense; y que además promueve campañas de descrédito exterior de Argentina en la prensa internacional e interfiere los procesos políticos internos del país.

 T : Finalmente, ¿cómo está España y cómo Grecia respecto de esta cuestión?

HV : En algunos países europeos como es el caso de España, la devaluación generalizada de activos físicos y financieros producida por la política llamada de austeridad seguida por el actual gobierno y las instituciones de la eurozona, ha atraído abundantes depredadores financieros en el sector privado; aunque no se han publicado datos sobre si estos han adquirido bonos soberanos españoles a la espera de futuras crisis del actual endeudamiento. Y en el caso de Grecia, la debilidad del gobierno permitió que aquellos fondos buitre que no aceptaron la quita acordada en la reestructuración de la deuda griega en 2010, mantengan el 100 por cien del valor nominal de sus bonos. Y en junio de 2015, según manifestaba una experta en la TV de Bloomberg News, conocidos fondos de inversión en deuda deprimida habían adquirido deuda griega a la espera de un posible default con el fin de lograr por algún modo rentabilidades futuras superiores a las ofrecidas por los mercados.


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