sábado, 14 de abril de 2012

Los gobiernos pierden la partida frente a los banqueros

… “El informe final de la Comisión investigadora del Congreso estadounidense sobre la crisis financiera, publicado en enero de 2011, sostiene que la catástrofe podría haberse evitado si no se hubiesen eliminado las salvaguardas jurídicas en los EEUU durante el transcurso de los treinta años de desregulación y confianza en la autorregulación de las entidades financieras liderados por el anterior presidente de la Reserva Federal Alan Greenspan (al que cita por su nombre) y otros, con el apoyo de las sucesivas Administraciones y Congresos; y empujados activamente por la poderosa industria financiera en cada esquina”

(…)

“En Europa, donde no ha habido investigación comunitaria ni informe oficial alguno sobre las causas originarias de la crisis, la desregulación comunitaria persiste tres años después de enunciar Nicolás Sarkozy, como presidente semestral de la Unión Europea, aquellos propósitos reformistas en 2008, cuando proclamaba que “le laissez faire, c'est fini"; incluyendo frases que tendrían mucho eco mediático como aquella de que había que “refundar el capitalismo”. Y en el programa llevado al nuevo G-20 convocado por el Presidente Bush, sostenía que “la crisis había demostrado la urgencia de definir un cuadro reglamentario nuevo que previera las futuras derivas y recentrara el sistema financiero sobre su verdadera función, que es la de financiar la economía” ([i]).

Sin embargo, en 2011, al asumir Francia la doble presidencia del G-8 y del G-20 estaba casi olvidado el programa de reformas del sistema financiero acordado en la primera cumbre en Washington; y que se había ido diluyendo a medida que el sistema se había ido recuperando con las aportaciones de los gobiernos para salvar a la banca privada mediante el dinero de los contribuyentes; y la coordinación de los bancos centrales para suministrar liquidez a la banca cuando ha sido necesario sin que se activaran los créditos a la economía productiva. Las ideas proclamadas de lograr la transparencia financiera y establecer una auténtica regulación y supervisión de los bancos, los fondos especulativos y los flujos financieros trasnacionales se fueron olvidando por todos, en particular en la UE, incluidos los medios de comunicación.

Para todo el que haya seguido los eventos financieros en la prensa, resulta obvio el escandaloso fracaso de los gobiernos democráticos frente a los bancos reflotados y al casino financiero reactivado. Mientras en Europa y en los EEUU, los gobiernos optan por aplicar recortes injustos del gasto público y las prestaciones sociales para paliar el endeudamiento público generado precisamente por esa misma crisis del sistema financiero globalizado. Y entre tanto, la desregulación financiera impone sobre las democracias el poder soterrado de los bancos y sus grupos de presión, desde los EEUU hasta Grecia, pasando por los demás Estados miembros de la UE, aunque en distinto grado y visibilidad” (texto de págs. 309-310 de El casino que nos gobierna, comienzo del capítulo Los gobiernos pierden la partida)



[i] Discurso de Nicolás Sarkozy en World Policy Conference, Évian, octubre 2008; y otros en www.elysee.fr/president/accueil.1.html

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